El Oficio.           Hay oficios que se aprenden.Y otros que te habitan.Hay trabajos con pausa para el café.Y otros que no distinguen entre el domingo y la piel,entre el ensayo y la carne.El teatro no se firma, se encarna.Lo das todo, porque todo en ti suena.Y mientras los focos arden, tú también.Las fronteras se desdibujan.El camerino se vuelve casa,tu familia, un coro de extraños que se vuelven brújula.Y al otro lado del telón,los que te esperan con silencio y lunes (día libre).Pierdes celebraciones, abrazos, nacimientos.Y lo entregas, feliz,porque estás viviendo un sueño.O eso crees.Hasta que descubres que el sueño también puede devorarte.La trampa de ser lo que hacemos.Durante años, pensé que sin escenario no había yo.Que el contrato, el personaje, la ovación… eran mi reflejo.Pero un día ese espejo se rompió.Y tuve que aprender a verme sin maquillaje, sin luz, sin guión.Una profesora  me dijo una vez:“Confundir lo que haces con lo que eres es peligroso.Porque cuando llegue el día de dejarlo,si no te sostienes tú, no lo hará nadie.”Esa frase me atravesó.Y me costó años entenderla.Pero ahora sé que un artista puede hacer arte desde cualquier trinchera.Porque el arte no está en el escenario.Está en la mirada que transforma lo cotidiano.En la manera de decir, de habitar, de amar.Ya no me interesa ser el papel.Quiero ser quien lo suelta cuando toca. Quien elige.Quien sabe que su valor no se mide en aplausos, ni funciones.Quien reconoce que renunciar, a veces, también es regresar.¿Dónde termina tu oficio… y dónde empiezas tú?#Teatro #IdentidadProfesional #VivirDelArte #LímitesEmocionales #VocaciónYEquilibrio

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