

Resumen Teatro 2025

Se acaba el año y sucumbo al ritual de hacer balance.nMe gusta el teatro desde antes de saber que el teatro es un ritual antiquísimo, tanto como el ser humano, cuando no se diferenciaba de la danza y del canto, antes incluso de la palabra escrita.
Estamos en época de rituales, celebrando las presencias e invocando las ausencias en nuestros brindis. El cielo de los justos es la memoria de los vivos. En ella no muere quien ha compartido la experiencia auténtica del amor. El teatro es eso también. Es compartir, es una experiencia artística, es amor y es memoria, siendo, sobre todo, una celebración ritual de las presencias y de las ausencias. Una experiencia compartida fundamentada en la empatía y en la sensibilización edificantes.
¿A quién no le va a gustar el teatro? Quien diga que no le gusta el teatro es porque no ha tenido la oportunidad de disfrutarlo, porque no todo lo que se vende como teatro es verdaderamente teatro. Hay mucha bisutería, mucho “fake”, mucho hacer que se hace, mucho entretenimiento anestesiante y atontante, mucho populismo… Quien diga que no le gusta el teatro o no ha tenido la suerte de disfrutarlo o es un monstruo. Reconozcamos que también existen los monstruos, algunos incluso gobiernan países.
Voy a mis redes sociales, donde publico las primeras impresiones, en caliente, de casi todos los espectáculos que he visto durante el año y me encuentro, en este 2025, unos ciento cincuenta. No son pocos, si consideramos que no vivo en una ciudad en la que haya programación de artes escénicas diaria. Aunque Vigo es la ciudad más populosa de Galicia, con unos trescientos mil habitantes, solo tiene un teatro público, que es del ayuntamiento, con un aforo de unas trescientas butacas y con programación solo en fin de semana, más dos salas independientes (Teatro Ensalle y Sala Ártika), con menos aforo y también con programación en fin de semana. Después, está el Auditorio Mar de Vigo, que fue construido con dinero público, pero cuya gestión es privada y que solo atiende a productos comerciales para la masa, con el gancho de los famosos, fundamentalmente de las grandes productoras de fuera de Galicia y, de manera parecida, el Teatro García Barbón de Abanca, con programación teatral espaciada en el tiempo.
Unos ciento cincuenta espectáculos no son pocos, considerando que mi profesión no es la de programador ni director de un teatro o de un festival, al que le paguen por ir a ver espectáculos o le inviten a ferias y festivales. Aunque hay unos pocos que sí lo hacen porque les gusta que escriba. Y tienen su mérito, en la época en la que escribir sobre espectáculos casi parece que se ha transformado en una labor de las empresas de comunicación y marketing, complementándolo con artículos pagados en la prensa generalista, a modo de publirreportajes encubiertos. Las dinámicas del comercio y del sistema capitalista, por supuesto, también mandan en las artes vivas.
En mis brevísimas colaboraciones semanales en el ‘Diario Cultural’ de la radio pública de Galicia, por cuarta temporada consecutiva, los viernes, diez minutos antes de las 11 AM (se pueden consultar en: https://www.agalegaaudio.gal/videos/category/16709-afonso-becerra ) he repasado algunos de los espectáculos de este año. En ellas he intentado atender siempre a aquellos más rebeldes, que caminan por los márgenes del sistema, que se escapan de clasificaciones fáciles. Los que nos despiertan del letargo al que nos someten los productos para reír y olvidar y, por supuesto, la anestesia digital en forma de “scroll”, que lo único que moviliza son nuestros pulgares.
En la última colaboración en el ‘Diario Cultural’, dentro del programa matinal ‘Galicia por diante’ de la Radio Galega, el viernes 26 de diciembre de 2025, Cristina García, la presentadora, me lanzaba el reto de resumir, en cinco minutos, los dos espectáculos que me pareciesen más significativos. Y, casi sin dudarlo, mi opción fue celebrar los dos Premios Nacionales del Estado español que, por primera vez en la historia, recibieron la danza y el circo gallegos en la obra de JANET NOVÁS (Premio Nacional de Danza 2025) y PISTACATRO (Premio Nacional de Circo 2025). De la primera quise recordar el espectáculo ‘MERCEDES MÁIS EU’, estrenado en 2019 y que continúa de gira. Con esa pieza ya había ganado el Premio de la Crítica de Cataluña a la Mejor bailarina. Después de estar seleccionada por la plataforma europea de danza Eurowaves, vamos a poder disfrutar de la potencia telúrica y de raíz de ‘Mercedes máis eu’, junto a Mercedes Peón, en el prestigioso festival GUIdance de Guimarães (Portugal), el 6 de febrero de 2026. De la segunda, PISTA CATRO, quise recordar ‘ORQUESTRA DE MALABARES’ con la que llevan cosechando éxitos desde 2018, juntando bandas municipales, orquestas y agrupaciones musicales de las ciudades y lugares en los que actúan, en interacción con los malabares y otros números circenses, con la dirección de Pablo Reboleiro.
Al final, mi elección de estas dos propuestas escénicas también ha sido una reivindicación a la no fungibilidad de los espectáculos, a que no puede ser que cada año, teatros y festivales estén peleándose por ver quién programa más estrenos: “¿Tienes algo nuevo?”. Que estas dos piezas, estrenadas en 2018 y en 2019, continúen sobre los escenarios es un ejercicio de sostenibilidad ecológica y un reconocimiento de que las obras de artes escénicas pueden respirar y crecer con el tiempo, de que el arte no caduca y no es un producto fungible ni obsolescente.
En mi balance también debo reconocer la alegría, después de unos años, de volver a la dirección escénica, con el espectáculo ‘DO REINO (E) DOS AMORES PROSCRITOS’ de ALÓproducións (Auditorio Municipal de Ribeira, 16/10/2025). Un proyecto sui géneris entre la narración oral, el teatro documental ficcionado, la performance y el musical, en un viaje a los primeros asentamientos humanos en el noroeste de la Península y el surgimiento de la cultura y la lengua gallegas. Un viaje centrado en el Reino de Galicia en la Edad Media, el primer reino de Europa, guiado por la dramaturga y actriz Ana Carreira Varela, como maestra de ceremonias. Un espectáculo en el que evocamos a los trovadores a través de las figuras y la música de Martín Códax, Mendiño y Xoán de Cangas, interpretados con instrumentos de época por Henry Vidal. Invocando a quien debió ser la primera profesional de las artes escénicas de Galicia, María Balteira, bailarina, actriz, cantante… a la que Afonso el Sabio le dedicó alguna de sus cantigas. Invocando también a las reinas Sancha y Urraca, a través de sus historias y de los versos de Rochi Nóvoa, en la performance de Isabel Risco y Alberte Bello, quien también anima los dibujos de dos historias de amor de aquella época medieval, la de las artistas Sancha Pérez y María Leve, en Compostela, y la de Pedro Díaz y Munio Vandílaz, en una parroquia de Celanova (Ourense), que se casaron el 16 de abril 1061, según consta en documentos, para recordar también a otras figuras, extraídas del libro ‘Vidas e historias LGBT da Idade Media’ (Xerais, 2025) de Carlos Callón. Volver a la dramaturgia y a la dirección de un espectáculo, después de unos años, me reafirma en algunas convicciones éticas y estéticas y en cómo el escenario y el proceso de creación colaborativa pueden ser un laboratorio para crecer y aprender.
No se trata solo de hacer balance, sino de que el balance, entendido como equilibrio, necesita de los rituales que las artes escénicas subliman. Necesitamos del teatro, de la danza, del circo, de la ópera y de los mestizajes que nos devuelven a los rituales pre-dramáticos primitivos, que constituyeron y continúan constituyendo los fundamentos del ser humano.
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